Hoy os vamos a hablar de ellos… porque sí, porque son los niños de nuestros ojos, porque son los que nos dan fuerza para levantarnos día a día y por qué no… son ellos, los bebés, quienes nos enseñan el valor de las pequeñas cosas.
Cuántas veces los hemos mirado y hemos pensado… cómo me gustaría saber qué es lo que realmente te pasa cuando lloras, gateas, pataleas, haces pucheros… y un sinfín de gestos que se convierten durante esta etapa en tu idioma por antonomasia.
Conforme vamos creciendo, aprendemos que las emociones se pueden expresar tanto con la cara como con palabras. Igualmente, en todo este proceso, la expresión y los ojos juegan un papel fundamental.
El bebé humano ha nacido para hablar, por eso ya desde sus primeros años de vida, juega con sus experimentos de comunicación: ruidos, balbuceos, gestos, escuchar e imitar… Hoy nos preguntamos: ¿Existe un traductor para este “lenguaje”?
Veamos este vídeo: Descrubre El Traductor de Bebés
Sólo nos queda acompañar a nuestros pequeños en este proceso de aprendizaje. Si lo analizamos, tiene lógica que el bebé y su mamá estén conectados. Los expertos lo definen como el “apego” entre la mamá y su bebé, que no es otra cosa que un intenso vínculo amoroso que se desarrolla tras el nacimiento del bebé.
Por eso: ¡¡Mamás del mundo estad tranquilas!!: Sois las mejoras traductoras de vuestros bebés!!