Un traductor jurado es un profesional que ha sido otorgado con el título de Traductor-Intérprete Jurado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España. También conocidos como traductores oficiales, estos se dedican a la traducción de documentos que precisen de exactitud y precisión legal en el lenguaje utilizado, como aquellos expedidos por la administración pública o en un procedimiento judicial. Están acreditados para traducir desde una lengua extranjera en la que se hayan formado al castellano y del castellano a dicha lengua.
Solo las traducciones producidas por los intérpretes jurados, así como las certificadas por la Oficina de Interpretación de Lenguas, gozarán de carácter oficial dentro de España. Esta oficina pública de manera periódica elabora un listado de los Traductores-Intérpretes Jurados homologados, indicándose los idiomas para los cuales han sido habilitados.
Requisitos para ser un traductor jurado
Para la obtención del título de Traductor-Intérprete Jurado es necesario superar uno de los exámenes oficiales convocados anualmente por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Estos cuentan con una serie de requisitos:
- Tener la mayoría de edad legal en España
- Contar con la nacionalidad española, la de otro Estado miembro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo
- Poseer al menos el título de Graduado/Licenciado, Diplomado, Ingeniero Técnico, Arquitecto o equivalente correspondiente al nivel 2 o 3 del Marco Español de cualificaciones para la educación superior. Las titulaciones obtenidas en países extranjeros deben estar homologadas por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte.
El examen consta de tres partes: una prueba tipo test, tres ejercicios de traducción y una prueba oral. Debido al gran nivel de importancia y responsabilidad del oficio, las pruebas son de una complejidad considerable y su corrección es altamente exigente y rigurosa. Para obtener un resultado satisfactorio, los candidatos deben de contar con amplios conocimientos en el ámbito jurídico, la lengua española, los idiomas extranjeros y las técnicas de traducción.
En cuanto a las aptitudes personales de mayor valor para ejercer como traductor jurado se encuentran las de comprensión, comunicación, expresión, redacción, puntualidad y compromiso.
¿Cuáles son las funciones del traductor jurado?
Las competencias principales del traductor jurado son las de traducir documentos con exactitud y precisión, así como dar fe pública ante cualquier organismo estatal que lo requiera.
Entre los documentos con los que trabajan de forma más frecuente destacan:
- Documentos administrativos oficiales (residencia, académicos, etc.)
- Textos judiciales (por ejemplo, sentencias).
- Documentos comerciales (contratos, balances, cuentas anuales, etc.)
- Documentos notariales (por ejemplo, poderes notariales)
- Documentos civiles (certificados de nacimiento, matrimonio, etc.)
- Documentación académica (expedientes, títulos, etc.)
En Juridiomas, todas nuestras traducciones juradas están realizadas por un Traductor-Intérprete autorizado, de manera que todas ellas son oficiales y cuentan con validez legal.