En el proceso de traducción, deben llevarse a cabo una serie de pasos para lograr que el resultado sea preciso y correcto. Una traducción no consiste en el simple cambio de idioma de un texto, si no que debe someterse a varios procesos antes de darse por finalizada. Estos procesos de los que vamos a hablar en la publicación de hoy son la traducción, la edición y la corrección.
En primer lugar, se realiza la traducción. El proceso de traducción consiste, como ya sabemos, en el cambio de lenguaje del texto de origen al idioma en el que deseamos que aparezca el texto de destino. En esta etapa, el contexto lingüístico cobra una gran importancia. Esto es debido a que el traductor debe tener en cuenta las diferentes variantes lingüísticas y la localización geográfica del texto de destino para realizar con exactitud la traducción.
En segundo lugar, se lleva a cabo la edición. La edición es, posiblemente, el paso con más importancia dentro del proceso de traducción. En esta etapa, los editores comprueban que el texto traducido es preciso y se adecúa al resto del pasaje, y pueden realizar pequeñas modificaciones que mejoren la comprensibilidad del texto. Sin embargo, no es trabajo del editor cambiar la estructura del texto o modificar la ubicación de un párrafo. El discurso del texto de destino debe mantenerse igual que el del texto de origen, y no verse afectado por las pequeñas modificaciones que el editor pueda realizar.
Por último, el texto de destino se somete a la corrección. Los correctores revisan el texto para evitar que puedan aparecer errores de gramática, ortografía y puntuación. Además, deben tener en cuenta las normas de escritura de cada país para realizar, valga la redundancia, una correcta corrección. Este paso es imprescindible y, antes de comenzarlo, los correctores deben revisar la traducción para confirmar que el mensaje del texto de destino es fiel al del texto de origen.
¿Por qué es tan importante la traducción, la edición y la corrección?
Debemos tener en cuenta que, hoy en día, se hablan más de 7.000 lenguas en todo el mundo. Por ello, cometer errores de traducción es algo inevitable. Es por eso por lo que el proceso de traducción debe llevarse a cabo de una forma controlada y organizada, relegando los diferentes pasos a los que denominamos anteriormente como traductores, editores y correctores. Así, la traducción se convierte en un trabajo en equipo, reduciendo enormemente las posibilidades de entregar un texto con errores y consiguiendo que la calidad de la traducción se incremente en cada etapa.
En Juridiomas, conocemos en profundidad todas las claves y los diferentes pasos a seguir para conseguir una traducción perfecta. Llámanos y estaremos encantados de atenderte y ayudarte con tus proyectos.