Al igual que sucede en otros sectores y áreas laborales, las dificultades de las empresas de traducción radica en saber cómo superar los retos a los que se enfrentan día a día. Y es que el contenido de los propios textos se podría catalogar como uno de los handicaps adicionales y principales a las que se enfrentan los traductores en su desempeño diario.
Un ejemplo lo encontramos en los textos técnicos, los cuales incluyen un vocabulario específico del que es necesario estar familiarizado para poder desarrollar correctamente el trabajo. Esta situación obliga a los traductores nativos a ser especialistas en áreas de conocimiento muy diversas, como la médica o la jurídica, entre otras muchas. No contar con estos conocimientos imposibilitará, por tanto, el desarrollo normal del encargo.
En el siguiente post de nuestro blog hemos querido realizar una breve recopilación de las principales dificultades que conlleva una traducción jurada, teniendo en cuenta la experiencia y testimonios de nuestro equipo de traductores.
Principales dificultades en la traducción jurada
A continuación pasaremos a mostrar las principales dificultades en la traducción jurada para empresas o agencias de traducción.
Abreviaturas
Una de las acciones con la que afrontar la traducción de abreviaturas es escribiendo la palabra completa. Sin embargo, si existe una abreviatura acuñada de la misma palabra en el idioma de llegada, puede utilizarse sin ningún tipo de problemática.
Direcciones
Existe una norma no escrita que indica que toda dirección no debe ser traducida. Pongamos un ejemplo: a la hora de enviar una carta al extranjero, si tradujésemos la dirección en una carta que enviáramos a otros países, es posible que el cartero no entienda a lo que nos estamos refiriendo y devuelva la carta al remitente.
Fechas
Dependiendo de la procedencia del texto de origen, el formato de la fecha variará. Es importante que el traductor adapte las fechas a la lengua de llegada para evitar potenciales fallos o equívocos. En Estados Unidos, por ejemplo, la fecha se escribe mes/día/año, mientras que en España el formato cambia a día/mes/año.
Nombres propios
En la traducción jurada, es imprescindible no traducir nunca los nombres propios, ya que se tratan de documentos oficiales. Imagina el siguiente caso: En un certificado de nacimiento aparece el nombre Emilia Blanco. Sería risorio que en la traducción jurada de dicho documento esta persona pasara a llamarse Emily White, puesto que sería una identidad completamente distinta a la original.
En Juridiomas trabajamos día a día para ofrecer la mejor calidad en cada uno de los proyectos de traducción jurada. ¿Necesitas más información al respecto de nuestros servicios? No lo dudes y ponte en contacto con nuestro equipo para conocer más información al respecto.