La comunicación de masas ha experimentado una transformación abismal en el último año. Desde el comienzo de la pandemia y su consecuente confinamiento, los métodos de comunicación modernos se encuentran en un proceso de crecimiento exponencial. Tal es dicho crecimiento que el consumo de televisión se ha incrementado en un 60%, dato que puede extrapolarse a la mayoría de los productos de streaming.
El streaming es la tecnología que nos permite disfrutar de contenidos tales como archivos de audio y vídeo sin necesidad de descargarlos previamente. Los productos de streaming se emiten desde una fuente de forma que puedan ser reproducidos por un número indefinido de receptores de forma simultánea e independiente, lo que supone un reto para la traducción audiovisual.
La traducción audiovisual, un factor clave e importante
La traducción convencional se basa en la interpretación y traducción de un texto llamado texto de origen para dar lugar a un texto de destino. Sin embargo, la traducción audiovisual adapta textos audiovisuales a través de soportes visuales, acústicos o ambos a la vez.
Mediante la traducción audiovisual podemos, entre otras cosas, disfrutar de una película en su idioma original al mismo tiempo que leemos los subtítulos en nuestro lenguaje, lo que denominamos subtitulación. Además, si queremos ver una película extranjera en nuestro idioma, podemos hacerlo mediante el doblaje, otra de las modalidades de la denominada traducción audiovisual.
Una de las grandes ventajas de la traducción audiovisual es la adaptación de contenidos gráficos para personas invidentes. A esta modalidad se la denomina audiodescripción y, con ella, las personas invidentes pueden disfrutar del cine y de cualquier otra producción audiovisual con normalidad.
Curiosamente, uno de los sectores más demandantes de traducción audiovisual en la actualidad es el sector de los videojuegos. La localización de videojuegos consiste, además de en la traducción de los textos y diálogos, en la adaptación de otros aspectos culturales y sociales a las especificaciones propias de la cultura de cada país. En ocasiones, requiere modificar incluso la vestimenta de sus personajes. De todo esto y más se encarga la traducción audiovisual.