Desde Juridiomas traductores, hemos querido redactar un artículo sobre el tema del fraude en el mundo de la traducción, un tema que puede parecer a simple vista fuera de lo convencional y residual en este sector. Tras algunas advertencias y preocupaciones de clientes, pudimos comprobar desafortunadamente que existen empresas o personas ficticias haciéndose pasar por traductores, o incluso sin ser ficticias, confunden a los clientes con informaciones incorrectas, bien por falta de conocimiento, bien para inflar las facturas. Pero no hay que alarmarse porque son muy pocas las que emplean prácticas deshonestas.
¿Cómo evitar las estafas en traducción?
En España, hay miles de traductores, con su idioma y campo de especialización, y algunos pueden actuar de manera ilícita.
Antes de nada, si se trata de la traducción de un documento administrativo (como pueden ser antecedentes penales, diplomas, certificaciones académicas, certificados de nacimiento y matrimonio, contratos de trabajo), es muy probable que necesite de una traducción jurada, es decir, una traducción hecha por un traductor nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Cuidado con los traductores que se hagan pasar por traductores jurados. La única forma de saberlo es comprobar si en la lista de la página web del Ministerio aparecen los datos del traductor con el que contactó.
Además, para preguntas de temas como la apostilla, la mejor fuente de información será la autoridad del país y por consiguiente, la oficina correspondiente para cada ciudad.
Comprueben la demostración de “pruebas” de existencia del traductor o de la agencia de traducción, como por ejemplo:
Una página web en la que aparezcan los datos de la empresa (obligatorios en el apartado de aviso legal), la descripción de sus servicios, en su caso, las opiniones o reseñas de clientes o colaboradores. Tendremos más cuidado con las páginas web en construcción y con un número de teléfono del que no nos han respondido nunca.
Busque en las redes sociales, porque hoy en día qué apreciada empresa no aparece en facebook, twitter o google plus. Ahí podrá encontrar comentarios de clientes, ver el número de seguidores, leer sobre sus publicaciones… En google maps también podrán encontrar reseñas de clientes.
Evidentemente, con el desarrollo de las ventas y prestaciones de servicios mediante internet, no hacen falta oficinas físicas para trabajar de traductor, pero si se dirige a una agencia de traducción, puede ser un punto a favor que tenga alguna oficina localizable en el territorio. No es imprescindible: de hecho, en Juridiomas traductores, trabajamos incluso con países del extranjero sin necesidad de tener oficina en esos países pero disponemos de varios puntos de atención en España.
Tenemos constancia de clientes que vienen con traducciones hechas en sus países de documentos como certificados de nacimiento y descubren que al presentarlos en España, no tienen validez legal.
NO EXISTE ninguna obligación para que las traducciones juradas se hagan en papel timbrado. Cuando han salido convocatorias o bolsas de empleo con requisitos de traducción de títulos, en su mayoría, Trinity o Cambridge, nos sorprendió la difusión de una información errónea de origen desconocido que afirmaba que la traducción debía hacerse sobre papel timbrado. En Juridiomas traductores, no tenemos ningún inconveniente en utilizar un papel timbrado si el cliente nos los solicita pero no le dará más legitimidad a sus documentos.
Véase Artículo 8, BOE núm. 277 del 15 de noviembre de 2014. Sec. I. Pág. 93877.
(Especificando además los datos del traductor que deben figurar en la traducción).
Sepa que cualquier persona puede dirigirse a un estanco y comprar este tipo de papel.
La misma atención deben prestar los traductores en las ofertas de trabajo viniendo de agencias en Internet. Algunas contactan con traductores, incluso llegan a regatear sus tarifas o hacerles firmar acuerdos de confidencialidad lo que hace más verosímil la oferta pero los candidatos no llegan a cobrar sus servicios tras haber dedicado tiempo y esfuerzo en traducir los documentos.
Para concluir, te recomendamos acudir a los organismos oficiales para saber qué documentos tienes que traducir. En Juridiomas Traductores, estamos al tanto de procedimientos, trámites y te podemos informar de muchos de ellos por nuestra experiencia pero la necesidad de traducir unos u otros documentos dependerá siempre de los requisitos de las instituciones, los cuales vienen indicados en diversas fuentes de información como pueden ser las páginas web de los organismos públicos, las propias oficinas y delegaciones, los boletines oficiales, etc.
En cuanto a lo que llamamos “traducciones simples”, no necesitan certificación jurada. Se trata de la traducción de documentos cómo catálogos, fichas de productos, recetas, panfletos, páginas web, cartas, algunos contratos, currículos, proyectos, políticas de protección de datos, correos electrónicos, extractos bancarios y un largo etc.
En Juridiomas Traductores, traducimos tus documentos tanto simples como jurados en inglés, francés, italiano, alemán, portugués, árabe, finés, chino, japonés, rumano, ruso, neerlandés, etc.
Envíanos un email con tu nombre, tu teléfono, el idioma al que necesitas traducir con tus documentos escaneados y te hacemos un presupuesto enseguida.