Dicen que la primavera, la sangre altera… será por la luz, será por el aroma a flores… sea por lo que sea, nos gusta salir a la calle, disfrutar de los nuestros y hacer de los pequeños momentos, grandes momentos.
En Córdoba desde hace bastantes años, saben que no hay nada mejor que salir al caer la tarde a disfrutar del aroma azahar y un sinfín de aromas singulares que guardan con sumo cariño los cordobeses en los patios de sus casas.
Córdoba, es ciudad de las 3 culturas. Renombre que ha sabido guardar por el respeto de mantener vivo tradiciones. Las casas romanas trajeron sus patios a la antigua ciudad. Serían los árabes quienes mantendrían esta tipología de arquitectura incluyendo pozos y los “riat” (arriates) con agua procedente del pozo o fuente del patio.
En la Edad Moderna, llegaría lo que conocemos como “Casa de Vecinos”. Los cordobeses dejaban el campo para instalarse en la ciudad y nacía así una nueva modalidad de vivienda.
Cuántas historias aguardarán los muros de estos patios llenos de flores y rincones con encanto. Córdoba, en mayo se llena de macetas en flor, de balcones y rejas con cascadas de colores donde la gitanilla, el clavel y los geranios, protagonizan las grandes imágenes que Córdoba ciudad y sus vecinos nos regalan este mes tan especial.
En 1921 nacía el Festival de los Patios de Córdoba, aunque fue suspendido en varias ocasiones, la fiesta popular de los patios hoy día es reconocida mundialmente. En 1980 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Sería en diciembre de 2012 cuando la UNESCO declara a los patios de Córdoba, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Actualmente, Córdoba es la primera ciudad con cuatro declaraciones de Patrimonio de la Humanidad: Mezquita de Córdoba, el Centro Histórico de Córdoba, la Fiesta de los Patios de Córdoba y la Ciudad Califal de Madinat Al-Zahra.
La historia de los patios es reflejo del cuidado de sus vecinos y del amor de los cordobeses a su ciudad. Como dice la canción: Córdoba es el sueño del poeta.